martes, 25 de enero de 2011

Órgano vestigial


Tiliqua multifasciata. En los lagartos de la familia Scincidae, que “nadan” en la arena ondulando el cuerpo, se observa una reducción más o menos radical de las extremidades.
Un órgano vestigial o rudimentario es un órgano cuya función original se ha perdido durante la evolución. En 1893,Robert Widersheim  publicó una lista de 86 órganos humanos de los que se desconocía su función. Teorizando que eran vestigios de la evolución, los llamó "vestigiales".
Hoy en día, la lista de órganos humanos considerados como vestigiales es mucho menor, y muy debatida. Incluye, por ahora, el apéndice  y el cóccix (coxis). Mucha gente mantiene que el cóccix es el resto de una cola perdida. Las muelas del juicio también son vestigiales. Asimismo, la plica semilunaris, es un residuo vestigial de la membrana nictitante (el tercer párpado) en otros animales.
El fenómeno de la "carne de gallina" en los humanos bajo condiciones emocionales severas es un reflejo vestigial; su propósito en nuestros ancestros era elevar el vello corporal para aparentar un mayor tamaño y amedrentar a los enemigos.
Algunas características pueden ser vestigiales en uno de los sexos pero no en el otro, ya que son homólogos, pero no comparten funciones similares entre los sexos. Órganos con distintos propósitos en un sexo, por ejemplo, el pezón, puede ser más o menos inútiles en el otro, pero no tan dañinos como para representar una desventaja evolutiva. Estas características se convierten en vestigiales en dicho sexo. El clítoris ha sido descrito como un pene vestigial por algunos científicos, como Stephen Jay Gould. Otros argumentan que el clítoris sirve para una función reproductiva importante en el orgasmo femenino.
El tubérculo de Darwin es un engrosamiento del borde de la oreja presente en muchos seres humanos, y se interpreta como vestigio de la punta de la oreja común en mamíferos.
En ballenas y otros cetáceos, se puede encontrar pequeños huesos de patas vestigiales enterrados profundamente dentro del cuerpo; son restos de las patas de sus ancestros terrestres. Las alas de avestruces, de los kiwis y los emúes son vestigiales, remanentes de sus ancestros voladores. Se ha encontrado en algunos embriones con formas puntiagudas en el pico, lo que sería un vestigio de dientes.
Cuando se define la palabra "vestigial" hay debate entre la comunidad científica, con gente reclamando una estricta interpretación; sugieren que el órgano debe ser estrictamente inútil para ser clasificado como tal. Otros reclaman que un órgano en un animal actual puede ser descrito como vestigial si no cumple la misma función en ese mismo animal que la que cumplía en alguno de sus antecesores evolutivos, incluso si el órgano actual tiene un uso completamente diferente. Un ejemplo de esto es la vejiga natatoria de muchos peces, que se piensa que es un pulmón vestigial, derivado de un posible órgano para respirar aire de los antecesores comunes de los Actinopterygii y los vertebrados terrestres. Su presencia en especies actuales indica su relación filogénica con otras especies, fósiles o vivientes, que presentan los mismos órganos.